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Macri ya arma su búnker para la campaña presidencial

Un renovado edificio de cinco pisos en San Telmo albergará a sus equipos

A cuatrocientos metros de la Casa Rosada, en un espacio que remite a los headquarters de las grandes empresas norteamericanas y los edificios de partidos europeos relevantes, Mauricio Macri vela sus armas para la pelea presidencial de 2015 .

En el renovado edificio de cinco pisos del barrio de San Telmo, aún sin terminar y con olor a pintura fresca, se cocina a fuego lento la ilusión del jefe de gobierno porteño: contar con equipos, programas y fuerte sostén en todo el país para dar la batalla en condiciones de igualdad contra Sergio Massa y Daniel Scioli, hoy por hoy mejor posicionados en las encuestas para suceder a Cristina Kirchner.

«Balcarce», como le dicen los habitués, tiene como ventaja principal la comodidad: todo lo importante está en un mismo edificio, para «simplificar tareas en conjunto y agilizar procesos», según cuentan entusiasmados en Pro.

Un oficial de seguridad con cara de pocos amigos y dos ascensores a medio pintar reciben al visitante del edificio, alquilado y al que funcionarios importantes del gobierno porteño suelen ir en distintos momentos del día. En el primer piso está la Fundación Pensar, que abandonó hace un par de meses su antigua sede de la calle Piedras y donde los «equipos» de Pro en distintas áreas elaboran proyectos y propuestas de gobierno. «Este edificio le da seriedad al proyecto. Lo que se trata aquí no se mezcla con la gestión y tiene que ver exclusivamente con el plan nacional para 2015», afirma Francisco Cabrera, presidente de la Fundación Pensar y ministro de Desarrollo Económico porteño.

El segundo piso, según un concurrente asiduo, «parece Google». Una veintena de jóvenes sentados frente a sus PC y laptops diseñan las políticas de comunicación y monitorean lo que se publica en los medios. Los jóvenes Pro están divididos en tres áreas: prensa, 2.0 (redes sociales) y comunicación directa, todo bajo la supervisión del secretario de Gobierno, Marcos Peña, y del secretario de Medios, Miguel de Godoy.

MILITANTES AD HONOREM

Ambos destacan el carácter ad honórem de los colaboradores, aunque reconocen que varios de ellos perciben un sueldo en despachos de legisladores u otros funcionarios. «Ellos solos se ofrecieron a dar parte de su tiempo libre para el proyecto presidencial», afirmaron Peña y De Godoy para evitar cualquier paralelismo con los jóvenes de La Cámpora.

Entre tanto trabajo, también hay lugar para la diversión. Una mesa de ping-pong y una Wii aportan «pensamiento creativo» y relajan a los jóvenes voluntarios para pasar de mejor manera largas horas allí adentro.

En el tercer piso, y apenas llegado al palier, se divisa la vidriada oficina del presidente de Pro nacional, Humberto Schiavoni, que hasta hace poco compartía espacio con el bloque de diputados nacionales de Pro, frente al Congreso, al igual que el secretario del partido, Pablo Walter. «Es muy importante trabajar en conjunto con las estructuras del partido. Y una muestra de que el proyecto presidencial de Macri se consolida», dijo Schiavoni a LA NACION.

La juventud nacional de Pro también tiene en ese piso su lugar para reunirse casi a diario. «Es un lugar muy práctico. Para las elecciones de concejales en Mendoza (el 30 de marzo pasado) pudimos coordinar, en un rato, la plataforma de gobierno, la política comunicacional y el rol nuestro como jóvenes», contó Carolina Poli Palazzo, secretaria general de la juventud nacional de Pro.

En el cuarto piso, sede de Pro Capital, también funcionará, en breve, la «escuelita», la escuela de formación de dirigentes. A través de Peña, Macri designó allí a la ex diputada Paula Bertol, que después de dos períodos en el Congreso aceptó la idea de organizar y formar a los nuevos representantes de las distintas provincias.

El quinto y último piso, que nadie se atreve a visitar sin permiso, está reservado para Mauricio Macri y todavía no se terminó de construir. «Ahí Mauricio va a tener su despacho en breve», prometen voceros de Pro, aunque ese piso sea, por el momento, más misterio que realidad.

¿Qué pasará con el búnker si Macri no llega a la Presidencia? «Nadie se plantea esa hipótesis», dicen a coro en el macrismo con optimismo, mientras todos terminan de acomodarse a la nueva casa partidaria.

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