Inicio de hostilidades entre el gobernador y Massa por el paro

Scioli vinculó a Barrionuevo con el tigrense, que salió a fustigar al gremialista
Aunque demorarán hasta el límite de lo posible el lanzamiento de sus candidaturas a la presidencia, Daniel Scioli y Sergio Massa decidieron iniciar ayer el intercambio de hostilidades. Empezaron por la munición gruesa.
El gobernador bonaerense decidió plegarse a la prédica de la Casa Rosada y acusó al diputado del Frente Renovador de estar detrás del paro del jueves, a raíz de las declaraciones en favor del tigrense que realizó el titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, que al día siguiente de la huelga sostuvo que Massa «los va a matar [a los kirchneristas] en las elecciones de 2015».
Massa evitó responderle a Scioli, pero envió a sus aliados a hacerlo: dos intendentes y un diputado compararon al mandatario con un «pajarito bobo», un «Chirolita» de la Presidenta, y no se privaron de recordar los años que Scioli tardó en reconocer a su hija, Lorena.
Massa, en cambio, sí le contestó personalmente al líder de los gastronómicos, un activo «tóxico» para cualquier encuesta. «Si Barrionuevo quiere que yo gane en las elecciones presidenciales, lo mejor que puede hacer es dejar de hablar por dos años», le dijo el diputado a LA NACION, parafraseando una de las declaraciones más recordadas del gremialista, que en los años 90 propuso a la clase política «dejar de robar por dos años» para sacar adelante al país.
El intercambio de hostilidades comenzó temprano, durante una entrevista radial de Scioli. «Se ha puesto en evidencia el trasfondo político del paro», le dijo el gobernador a Radio Mitre, en alusión a los elogios que el ex intendente de Tigre recibió de Barrionuevo, uno de los organizadores del paro del jueves, junto a los líderes de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y de la CTA opositora, Pablo Micheli.
Sin mencionar explícitamente a Barrionuevo o a Massa, Scioli recordó que el gremialista dio «un apoyo contundente a determinado candidato y desde el mismo sector siempre se estaba instalando una percepción negativa de la Argentina». Luego asoció al paro y al Frente Renovador con quienes intentan «generar situaciones de imprevisibilidad, incertidumbre en lo económico, en lo social e institucional».
El massismo le respondió con dureza. Por un lado, ninguneó al gobernador, equiparándolo con un «lorito que repite lo que dice la Presidenta» para poder «heredarla» en 2015. Por otro lado, lo acusaron de «tener la sangre helada» ante las necesidades de los bonaerenses. Para sostener esa denuncia, trajeron a la mesa los años que Scioli pasó sin reconocer a su hija.
«Se la pasa como un lorito que repite y repite lo que la Presidenta le pide que diga», sostuvo el intendente de Olavarría, José Eseverri, en sintonía con el diputado Alberto Roberti, que tildó a Scioli de «pajarito bobo alineado con las políticas ausentes del kirchnerismo».
En el mismo sentido machacó el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre. «Scioli parece el «Chirolita» de Cristina, repitiendo cuanta cosa dice. Quiere ser el mejor alumno, pero no destacándose por sus criterios propios y lúcidos, sino repitiendo como loro. Termina siendo una versión berreta del otro «alumno aplicado» de la Presidenta: Jorge Capitanich», fustigó.
Roberti y Eseverri coincidieron también a la hora de apuntar a la esfera íntima del mandatario. «Sólo una persona que tardó 20 años en reconocer un hijo puede tener la sangre helada y no reaccionar ante la tragedia y el drama que vivimos los bonaerenses», dijo Eseverri. Por el mismo motivo, Roberti lo acusó de «cruel» e «irresponsable».
Nada de lo que se dijo fue azaroso. Ni las acusaciones del gobernador, que anteayer se anticipaban en La Plata, ni las coincidencias en el «libreto» de los massistas, que suelen responder a lo que decide el tigrense. Pero lo dicho sí marca un quiebre en ambos bandos: el gobernador, que siempre evitó posicionarse como «comentarista de la realidad», apeló ayer a la acusación de conspiraciones, al mejor estilo kirchnerista; el massismo, por su parte, archivó el discurso de «propuestas» y apuntó bajo.