El ritmo massista marca la estrategia de los presidenciables

Kirchneristas, macristas, sciolistas y radicales buscan restarle impacto al líder renovador
Para la mayoría, sólo es cuestión de esperar a que, tarde o temprano, su actual auge se transforme en sonora caída. Para otros, lo mejor es discutir con él en el mismo terreno, con otra «agenda» de temas. Un tercer grupo propone la difícil tarea de ignorar las propuestas e iniciativas que surgen de su espacio político.
Sergio Massa está hoy en el centro de la preocupación de sus rivales políticos. Kirchneristas, sciolistas, radicales y macristas miran de reojo las encuestas que le sonríen al tigrense, modifican estrategias y coinciden en la necesidad de «frenar» el impacto de sus iniciativas. Por eso intentan no dejarle el centro de la escena política, un lugar que el líder del Frente Renovador les supo birlar en los últimos meses, con iniciativas como el pedido de empezar discusiones paritarias en enero, su férrea oposición al anteproyecto kirchnerista de modificación del Código Penal, las figuras políticas que suma cada semana y el reciente pedido de modificación del impuesto a las ganancias.
¿Cómo combatir a Massa? Cerca de Daniel Scioli, hoy su principal rival en la carrera por la presidencia, contestan sin medias tintas. «Tenemos nuestra propia mirada de lo que ocurre en el país, tenemos gestión y nuestro propio camino, construimos masa crítica para gobernar el país», afirmó a LA NACION Carlos Gianella, subsecretario de la jefatura de gabinete bonaerense y uno de los voceros del sciolismo.
Por lo bajo, las críticas son más fuertes. «No se puede subestimar a la gente, que se va a dar cuenta de la inconsistencia de Massa tarde o temprano», afirmaron en uno de los despachos cercanos al de Scioli. Otro dirigente peronista recién llegado a las huestes sciolistas es terminante: «Mientras él sume concejales o intendentes y no gobernadores, no tiene chances. En algún momento va a decaer», definió el dirigente, aunque la reciente reunión de Massa con el cordobés José Manuel de la Sota pareció avanzar en ese sentido.
Si el sciolismo insiste en su camino, a pesar de haber perdido soldados importantes en manos de Massa, el macrismo intenta otro tanto.
«Massa es un gran surfeador de la política, pero esta carrera no es de velocidad, sino de resistencia, lo consistente va a triunfar sobre lo veloz», afirmó Emilio Monzó, ministro de Gobierno y armador nacional de Macri. Sciolistas y macristas restan importancia a las encuestas, y dicen que las iniciativas del ex intendente de Tigre «duran sólo unos días» en los diarios. «Se va a tener que disfrazar de Piñón Fijo dentro de unas semanas si quiere seguir con este ritmo», ironizan desde la gobernación. Los dos también confían en que el perfil de «gestión» de sus respectivas gestiones les dará un plus sobre el líder del FR llegado el momento.
Desde el otro gran polo -la centroizquierda no kirchnerista- también tomaron nota de la actividad de Massa, pero le restan importancia. «Me parece natural que tenga iniciativa viniendo, como viene, del kirchnerismo», ironizó Mario Negri, titular de la bancada de la UCR en la Cámara de Diputados. «Es cierto que los números le dan hoy, pero Scioli está cerca y Macri no está tan bajo como dicen», reconoce un dirigente del FAP que apoya al socialista Hermes Binner.
Desde CC-ARI se quejan de la «cobertura mediática» que tendría su rival y reconocen que la estrategia es «pegar, pegar y pegar» al ex intendente, una estrategia compartida con el kirchnerismo, a través de las habituales críticas del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, la última de ellas en relación con el paro general del jueves. Sin medias tintas, Elisa Carrió también lo embiste cada vez que puede en sus apariciones mediáticas. «Es demasiado agresiva y tiene prácticas no democráticas. Puede pegarles a Sergio, a Macri o a Binner», responde el massismo.
Semanas atrás, desde distintos sectores tomaron nota de la jugada de Massa con el anteproyecto del Código Penal, que dejó en situación incómoda al resto de la oposición, que debió «explicar» su participación en la comisión redactora. «Quedamos mal parados por errores propios», reconocieron en Pro y la UCR.
El líder del FR no descarta que la Presidenta avance en algún momento con un borrador modificado de ese proyecto, aun con el rechazo de la opinión pública. En los próximos días, Massa presentará los dos millones de firmas que juntó su agrupación contra el proyecto. «A las mentiras y a los agravios, les respondemos con trabajo», responde como un mantra Massa cuando le hablan de los dardos provenientes del Gobierno y otros sectores opositores.
«Hay un desgaste lógico al tener que afrontar críticas, pero esto responde a que somos la novedad política», afirmó Massa a LA NACION. Cerca de él aseguran que las embestidas tienen su parte positiva. «Hoy la gente lo visualiza claramente a Sergio como el principal opositor», se entusiasman cerca del diputado. Lo digan o no, desde el resto de la clase política parecen estar atentos más que nunca a los movimientos de quien hoy por hoy parece tener las mejores cartas del mazo político en su mano.