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Duros reportes en la SIP sobre la libertad de prensa regional

BRIDGETOWN.- Las constantes presiones sobre medios y periodistas en la Argentina y el encarcelamiento de más de cien reporteros en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro también traba la compra de papel para diario, ocuparon una vez más buena parte de las deliberaciones que realiza en esta ciudad la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

La SIP , actualmente presidida por la norteamericana Elizabeth Ballantine (The Durango Herald; Colorado), es una organización que reúne a más de 1300 periódicos de todo el continente y de las más diversas tendencias.

En esta ocasión, la delegación argentina estuvo integrada por Marcela Noble, Saturnino Herrero Mitjans, Martín Etchevers (Diario Clarín); Ernesto Kraiselburd ( El Día, La Plata); Jorge Fascetto (Diario Popular) y Norberto Frigerio (LA NACION).

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa, Claudio Paolillo (Búsqueda, Uruguay), aseguró que en los últimos seis meses «se produjo un fuerte retroceso» de esa libertad. «El régimen chavista se expandió como un cáncer en toda la región e hizo que los pueblos estén cada día peor informados», dijo.

El balance de Paolillo no escatimó en datos: nueve periodistas asesinados; otros cien agredidos en Venezuela y violencia en Brasil, México, Perú y Honduras. También habló del manejo de dinero público por parte del gobierno argentino para acorralar a la prensa independiente, y la situación de dos blogueros encarcelados en Cuba y en los Estados Unidos. Todos estos ejemplos son, apenas, manchas en un panorama oscuro.

«La nube tóxica que denunciamos hace diez años en esta Asamblea sigue tan vigente como el primer día», dijo a su turno Frigerio, como síntesis del informe argentino que le tocó exponer ante la ausencia justificada del vicepresidente argentino de la SIP, Daniel Dessein (La Gaceta, Tucumán). La Argentina fue la primera en exponer. Frigerio señaló que «el clima de la libertad de prensa sigue siendo adverso» y relató que se produjeron 455 casos de ataques y amenazas contra periodistas.

Además, Frigerio afirmó que «el aparato oficial de propaganda que manejó el gobierno argentino en 2013 fue de 600 millones de dólares: se llega a ese número sumando los 120 millones en pauta con la que el Gobierno premia a empresas que le son cercanas; el costo del programa Futbol para Todos y la generación de contenidos con fines proselitistas».

La Corte Suprema -dijo Frigerio- «condenó una vez más el uso de dineros públicos para disciplinar a los medios», pero también recordó la resistencia del gobierno argentina a cumplir esa sentencia.

El debate por la ley de medios no podía estar ausente y Frigerio, en el informe de la prensa nacional, volvió a denunciar que «el Gobierno hace una aplicación selectiva de esa norma, contra un grupo en particular».

Etchevers, gerente de Comunicaciones del Grupo Clarín), pidió entonces la palabra y exhibió un video muy dscriptivo de la situación argentina, que desnudaba la adversión de nuestro gobierno hacia el ejercicio del periodismo.

«Todos los cambios que propuso la ley de medios sólo sirvieron para incrementar la influencia del Gobierno sobre los medios», dijo Etchevers.

A lo largo de la jornada fue interesante, y a la vez preocupante, de todas maneras, ver el alcance de este problema en otras latitudes del continente.

Así, mientras el subsecretario de Estado norteamericano para América Latina y el Caribe, John Feeley, manifestó el apoyo irrestricto de su gobierno a la SIP, por la tarde, Anders Gyllenhall (MacClatchy Newspaper) y Bill Roberts (Durango Herald) revelaron que la administración Obama es poco transparente a los medios.

Y lord Anthony Lester, un reconocido jurista y político inglés, denunció que el Parlamento británico acaba de aprobar una legislación (conocida como real cédula) que disfraza bajo un mecanismo de autorregulación un intento de censurar a los periódicos.

GRAVE INFORME SOBRE VENEZUELA

«Desde las manifestaciones del 12 de febrero hubo 39 muertos por heridas de balas disparadas por policías o militares; 460 heridos, 59 víctimas de torturas y 105 periodistas detenidos», relató Carlos Eduardo Carmona (El Impulso, Venezuela), que fue el relator del informe de su país ante la SIP. Mientras, en el fondo del auditorio, la organización S.O.S. Salven a Venezuela desplegaba pancartas y banderas de ese país, las palabras de Carmona y un muy impactante video sacudían al auditorio, que aplaudió, de pie, el relato, pormenorizado y trágico, que desgranaba Carmona. «No tenemos papel para imprimir los diarios y 19 periódicos están a punto de desaparecer», dijo. «28 corresponsales extranjeros fueron demorados», se decía en el video que proyectó para graficar la situación.

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