Apoyo de Randazzo y críticas de Bonafini a las medidas de Scioli

«Todos deberían ayudar», dijo el ministro; la titular de Madres reclamó más tarea de inclusión social
El kirchnerismo volvió a enviar señales contradictorias frente a la decisión de Daniel Scioli de declarar la emergencia en materia de seguridad . Mientras el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo , afirmó ayer que «todos deberían ayudar» al mandatario bonaerense, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini , sostuvo que la solución a la inseguridad no pasa por sumar policías, armas o cárceles.
El argumento de Bonafini coincidió en líneas generales con el planteo que había realizado el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, que el sábado no participó del anuncio de Scioli y el lunes presentó una serie de medidas de carácter social, pensadas para la «prevención de las causas» del delito, antes que las consecuencias. Cuidadoso en las formas, Mariotto insistió ayer en que no busca «pulsear» con Scioli , sino «aportar soluciones más allá de la urgencia».
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, los primeros que marcaron distancia con las medidas anuncias por Scioli, ayer no se pronunciaron sobre el tema.
Randazzo, en cambio, se manifestó claramente en apoyo a las medidas. «Me parece muy importante todo el esfuerzo que se haga en este sentido, y el desafío que tiene por delante el gobernador es enorme. Todos deberíamos ayudar», sostuvo en declaraciones radiales.
«Si le va bien al gobernador en materia de seguridad, nos va a ir bien a los argentinos y, específicamente, a los bonaerenses», agregó el ministro desde Nueva York, donde ayer recibió una distinción de la Organización Mundial de la Salud por la reducción de las víctimas fatales en accidentes de tránsito.
Una distinción -y un contexto- relevante, si se tiene en cuenta que Randazzo viene prometiendo que en 2015 se va a animar «a cualquier pelea» si antes logra solucionar las falencias del transporte. De hecho, cerca del ministro asociaron ese desafío con el anuncio de Scioli. «Daniel ató su futuro político a la solución de la inseguridad. Es un umbral muy alto», indicaron a LA NACION.
Por la tarde, las Madres de Plaza de Mayo difundieron un comunicado en el que cuestionaron el «Plan Scioli», como definieron al paquete anunciado por el gobernador. «Entendemos que no es la solución poner más policías en las calles», arranca el documento firmado por Bonafini, que puso como ejemplo los operativos de seguridad en las canchas de fútbol. «Tienen miles de efectivos y cada vez hay más incidentes», indicaron.
A tono con los planteos de Mariotto, Bonafini también exigió que haya «transparencia en la incorporación de los policías retirados» y apuntó a medidas de carácter social antes que represivo. «En lugar de construir más cárceles, que se construyan escuelas y hospitales. En vez de armas, lapiceras y libros», afirmó.
Mariotto insistió ayer sobre esa misma línea, pero resaltó que sus propuestas «complementan» y no se oponen a las del gobernador. «Las medidas [anunciadas por Scioli] van directamente a la fiebre, a una situación compleja que tiene hoy la provincia. Pero también se tienen que atacar las causas, permanentemente, con inclusión, con equidad», sostuvo, en diálogo con C5N.
Cerca del vicegobernador insistieron ayer en que no existen dobles intenciones. «No hay puñal debajo del poncho», indicaron a LA NACION, y explicaron: «Scioli está obligado a trabajar sobre la urgencia, a atacar la fiebre, Mariotto puede mirar un poco más allá».
Pese a que la postura más benigna del kirchnerismo parecía imponerse, Scioli salió ayer a reforzar su posición. «No me preocupa que me peguen palos a mí, no quiero que le peguen más palos a la gente», dijo en un acto, sin aclarar si se refería a las críticas oficialistas u opositoras.
«Daniel sabe jugar muy bien este juego de la víctima», comentó un alto funcionario kirchnerista, que ayer rompió la costumbre y decidió esquivar el guante.